lunes, 30 de mayo de 2011

La Música en Nuestra Mente.

Artículo del Dr. Norman M. Weinberger

Publicado en Educational Leadership Vol 56 No.3 1998.

Nuevas investigaciones demuestran, que la música no solo es divertida, sino que también mejora el desarrollo cerebral y aun más, mejora las habilidades en otras áreas como la lectura y las matemáticas.

Actualmente existe mucho entusiasmo acerca de la investigación sobre música. Casi semanalmente la prensa popular reporta nuevos descubrimientos como, el efecto que tiene el escuchar música o ejecutar música sobre el desarrollo de los niños, la inteligencia, las habilidades cognitivas y las funciones cerebrales. El gobernador de Georgia considera que la música es tan importante que vale la pena arriesgar capital político; Le pidió al estado pagar el costo de enviar un CD a cada mueva mamá en Georgia. No logró que se aprobara su propuesta pero aun así recibió los CDs por cortesía de Sony. En Florida, existe un movimiento para que los niveles de preescolar escuchen al menos 30 minutos de música al día. Que significa esto?

Muchos maestros y administradores de escuelas que toman decisiones sobre la curricula y actividades escolares, necesitan saber sobre los últimos y significativos descubrimientos sobre la música y la educación. Deben las escuelas reducir, desmantelar, mantener o incrementar los programas de música? Cómo investigador relacionado con la música haré un resumen de los descubrimientos más relevantes.

Antes de iniciar, quiero aclarar que independientemente de los hallazgos de la investigación, creo que la música y las artes son parte esencial, no opcional de la educación. No deberíamos tener que justificar la música en la curricula escolar solo por sus beneficios extra-musicales. Pero debido a que los beneficios están siendo cada vez más obvios, los educadores necesitan información actualizada para tomar decisiones bien pensadas sobre el lugar de la música en las escuelas.

Cuales son lo beneficios? La música tiene la habilidad de facilitar la adquisición de lenguaje y la lectura así como el desarrollo intelectual en general. Promueve posteriormente actitudes positivas disminuyendo el vandalismo en secundarias y preparatorias. Resalta la creatividad y mejora el desarrollo social, la personalidad y la autoestima. (Hanshumaker 1980)

La música y el comportamiento

El revuelo actual sobre la investigación musical no se debe simplemente a un nuevo artículo aislado sobre música y comportamiento, ni siquiera a un grupo de estudios. Más que todo se debe a tres cosas. La primera y más importante es que la gente se ha dado cuenta de que la investigación sobre música y comportamiento existe y que es un área tan seria de investigación como cualquier otro campo de la ciencia. La segunda es que gracias a nuevos bríos, interés e investigación a nivel mundial, se han retomado estudios y hallazgos antes relegados. La tercera es que los investigadores, educadores y legisladores tienen ahora una visión más amplia del papel que juega la música en nuestras vidas.

Enmarcando estos tres factores se encuentra el espíritu multidisciplinario para estudiar la música y el comportamiento. Este espíritu multidisciplinario rechaza un enfoque unilateral restringido o limitado, a favor de apreciaciones mutuas, comunicación y colaboración entre disciplinas como la psicología, biología, medicina, educación, cibernética, y terapia musical. Todas estas se han beneficiado de dos campos verdaderamente interdisciplinarios como son la neurociencia y la ciencia cognitiva. Pronto será, lugar común, conducir experimentos como escanear la actividad funcional del cerebro humano durante la cognición musical o la representación mental de la música. Viendo hacia el futuro quizá discernamos los destellos de una ciencia musical multidisciplinaria.

Estos son tiempos promisorios en el basto campo de la investigación musical. Pero cuales son las implicaciones para los educadores K-12 ? Deberíamos de escuchar a Mozart en las cafeterías para incrementar los resultados de SAT como ha sido propuesto por algunos vivaces y tomado seriamente por muchos? Como muchos educadores saben, las “píldoras para aprender” prescritas en forma de Mozart no existen. El aprender a escuchar música, entenderla, y/ó ejecutarla, tiene mucho valor, pero esto puede alcanzarse mejor a través de esfuerzo y guía.

Algunos estudios individuales pueden atraer nuestra atención, porque nuestro deseo de información ha rebasado la capacidad del este campo para proveerla. Sin embargo necesitamos más estudios relacionados para proveer resultados multicéntricos convergentes. Afortunadamente esos estudios ya están saliendo a la luz.

Raíces biológicas

Tradicionalmente hemos visto a la música como parte de nuestra cultura e interacción social, no como parte de nuestro equipaje biológico. Sin embargo la literatura científica sugiere lo contrario. Cuatro tipos de hallazgos sugieren que la música tiene fuertes raíces biológicas.

En primer lugar, si la música tuviera un componente biológico fuerte, entonces los animales tendrían habilidades fundamentales en música- y este parece ser el caso. Por ejemplo los monos pueden pensar en términos de abstracciones musicales. Pueden determinar de alguna manera la frecuencia fundamental de una serie de armónicos.

En segundo lugar, los aspectos biológicos son universales. La música también satisface este criterio. Aunque sus usos pueden variar entre culturas, la música siempre esta presente. Los padres y tutores en diferentes culturas se comunican con los infantes por medio de canciones de cuna y habla infantil.

En tercer lugar, los comportamientos biológicos se revelan tempranamente en la vida, antes de que los factores culturales influencien y cambien el comportamiento. En este punto la investigación ha documentado ampliamente la extensa competencia de los niños pequeños en procesar elementos musicales y comportarse de manera musical. Por ejemplo los bebes de un año, espontáneamente exhiben comportamiento musical en sus juegos y su comunicación, componiendo tonadas e inventando notaciones musicales originales. (Moorhead 1977).

Más aun, estudios recientes han revelado que los infantes tienen capacidades musicales. Por ejemplo pueden discriminar entre dos notas tan bien como los adultos (Olsho 1984); pueden recordar el contorno o tono de las melodías. (Thehub, Bull, Torpe, 1989). Pueden aun usar la música para recordar eventos anteriores durante el día. (Fajen 1997)

En cuarto y ultimo lugar deberíamos esperar que el cerebro humano este organizado para procesar actividades musicales. Se ha comprobado que esto es cierto. El cerebro contiene bloques musicales básicos que están especializados para procesar elementos fundamentales de la música. Por ejemplo, las neuronas (células cerebrales) son específicamente sensibles para tonos puros, relaciones harmónicas complejas, ritmo y contorno melódico (Weinberger, McKenna 1988). El hemisferio derecho del cerebro procesa la melodía y el hemisferio izquierdo procesa el lenguaje. La arquitectura funcional del cerebro es tan compleja para la música como lo es para el lenguaje dándole importancia a ambos.

Así que los cerebros de los niños están muy bien equipados para entender la música y por consecuencia los niños disfrutan y se involucran con la música mucho antes de que lleguen al kindergarten. Si los padres tutores y maestros reforzaran los comportamientos musicales espontáneos de los niños, tanto como el lenguaje, entonces los niños desarrollarían este canal natural de comunicación, expresión y cognición. Los maestros mismos se sentirían más cómodos al educar en música. Afortunadamente debido a la curiosidad interminable de los niños y el hecho de que los maestros no necesitan saber mucho de música para efectivamente enseñar con ella, existen todavía muchas oportunidades para usar la música en los salones de clase.

La música, el cerebro y sus sinapsis.

Mientras los padres y los educadores vean a la música como relativamente sin importancia, las escuelas continuaran pensando en la posibilidad de quitarle espacio a la educación musical. Pero, como sabemos que la música es parte de nuestra herencia biológica- parte de la naturaleza humana- no debemos continuar tratándola como algo superficial. Adicionalmente si consideramos los beneficios que tiene la música en el desarrollo cerebral, seria imposible defender la postura de eliminar o reducir la música de las escuelas.

Aprender y ejecutar música, realmente ejercita el cerebro, no solamente al desarrollar habilidades musicales sino también formando y fortaleciendo sinapsis entre las células cerebrales. Actualmente la literatura en neurociencias apoya fuertemente la conclusión de que las sinapsis aumentan y mejoran con el uso y se debilitan con la falta de uso. Que sistemas dependen de la eficacia sináptica?

- Los sistemas sensoriales y preceptúales. (Auditivo, visual, táctil y quinestésico.)

- El sistema cognitivo; simbólico, lingüístico y lectura.

- Movimientos planeados; acción y coordinación de fina y gruesa de losmúsculos.

- Retroalimentación y evaluación de acciones.

- El sistema motivacional y de placer.

- El aprendizaje y la memoria.

Al hacer música involucramos todos estos sistemas. Simplemente considere los pasos involucrados en leer una partitura musical consistente de símbolos altamente complejos, ejecutar la pieza y corregir la ejecución después de evaluar los resultados. Imagínese la ejecución de un ensamble en el que cada estudiante debe de escuchar su propia ejecución mientras se coordina con los demás. Si agregamos a esto el aprender y memorizar la partitura todo se hace más complejo. Lo que es importante no es que tan bien un estudiante toca sino la acción simultanea de sentidos, músculos e intelecto que se logra. Las resonancias tomadas durante la ejecución musical muestran que prácticamente la totalidad de la corteza cerebral se encuentra activa. Podría pensarse en un mejor ejercicio para la mente o el cerebro? En resumen, el hacer música, activamente involucra las sinapsis cerebrales y existen suficientes razones para creer que incrementa la capacidad cerebral al fortalecer las conexiones entre neuronas.

La música y la comprensión de la lectura.

Hurwitz y col. En 1975 investigaron si la música mejoraba las habilidades de lectura en niños de 1er grado. Durante 7 meses por periodos de 40 min. el grupo experimental aprendió como oír música y a reconocer elementos rítmicos y melódicos. El grupo control de la misma edad, coeficiente intelectual y estatus socioeconómico, no recibió la enseñanza musical. Posterior al entrenamiento en escuchar música el grupo experimental mostró resultados significativamente mejores en lectura que el grupo control, estando en la percentil 88 y 72 respectivamente. La diferencia en los resultados no se debió a diferencias en la enseñanza de lectura ya que el mismo maestro enseñó a ambos grupos.

Estos resultados levantan dos cuestionamientos. El primero; la mejoría en lectura se debió a la música o a la variedad del programa escolar? Segundo; Ya que el grupo experimental no aprendió a leer música sino solo a escuchar música, ¿como es posible que el entrenamiento musical pueda haber mejorado las habilidades de lectura?

Para entender como la educación musical puede mejorar la lectura debemos recordar las tres etapas del aprendizaje de la lectura. (Frith 1985) ; Primero, reconocer visualmente las palabras, aprender la correspondencia entre las palabras escritas (grafemas) y su sonido (fonemas) y adquirir la habilidad de reconocer visualmente las palabras sin necesidad de pasar por los pasos anteriores. La segunda etapa es crcítica y se denomina etapa fonológica y es de mayor importancia. La música facilita la lectura al mejorar esta segunda etapa o etapa sonora.

Lamb y Gregory (1993) determinaron la relación entre la discriminación de los sonidos musicales y la habilidad de lectura. Hicieron pruebas a niños de 1er grado, Aparte de pruebas estándares de lectura, probaron la habilidad de pronunciar silabas sin sentido, mostradas en tarjetas así como la conciencia tonal oyendo pares de notas musicales o acordes en secuencia y pedir que dijeran si sonabas iguales o diferentes. También se probó la capacidad de reconocer los timbres sonoros. Finalmente se midió la conciencia fonológica pidiendo a los niños que dijeran si los sonidos iniciales o finales de las palabras eran iguales o diferentes. Posteriormente los investigadores determinaron la relación entre los resultados de las diferentes pruebas. Encontraron un alto grado de correlación entre, que tan bien los niños podían leer material estandar y fónico y que tan bien podían discriminar tonos. La conciencia de timbre no fue un factor determinante.

Los resultados sugieren que una buena habilidad para discriminar tonos mejora esta segunda etapa fonémica del aprendizaje de la lectura. Cambiar el tono de las palabras es el factor más importante que conlleva información en las palabras. La relación entre lectura y educación de la escucha musical es obvia y directamente proporcional porque el entrenamiento auditivo incluye discriminación tonal. La conciencia del timbre de los sonidos no mostró relación con la las habilidades de lectura, asumiendo de esa forma que los beneficios no son causados por el incremento en la riqueza y variedad de la educación sino en el entrenamiento tonal especifico. Sin duda se requerirán de mas estudios para clarificar nuestra comprensión de este fenómeno, pero los resultados de estos 2 estudios se correlacionan bien y proveen evidencia franca de que la experiencia de escucha musical específica facilita la lectura.

Música y razonamiento.

Otro ejemplo de los efectos benéficos de la música son ejecutar y hacer música en lugar de solo escucharla. Rauch y cols. (1997) estudiaron los efectos del entrenamiento musical en teclado en niños preescolares (3-4 años de edad). Un grupo control recibió entrenamiento para teclado de computadora. Se pusieron a los participantes 4 pruebas estandarizadas, una de razonamiento temporo-espacial antes y después del entrenamiento. Los resultados mostraron que el entrenamiento en teclado musical produjo mejoría significativa solo en la prueba de razonamiento temporo-espacial. El hecho de que el grupo control no mostró mejoría indica que el entrenamiento en teclado musical tiene un efecto altamente especifico en este tipo de razonamiento. Raucher y cols, mencionan que el entrenamiento musical en teclado puede mejorar la capacidad de aprendizaje en materias como matemáticas y ciencias en los que el razonamiento temporo-espacial es particularmente importante.

La música en las escuelas

Actualmente tenemos suficiente investigación que muestra un nuevo panorama para la música en las escuelas. Al nivel más básico la música tiene raíces biológicas profundas. Por eso los niños tienen gran habilidad en el procesamiento perceptual y cognitivo de los componentes fundamentales de la música. Los padres y tutores instintivamente se comunican con los niños de una manera musical, porque aunque los niños pequeños no entienden palabras, la estimulación melódica siempre llama su atención. Los niños claramente disfrutan la música involucrándose espontáneamente en actividades y comportamientos musicales. Adicionalmente el cerebro humano contiene bloques de construcción musical específicos e identificables.

Esta herencia biológica amplía el concepto de las habilidades o dones humanos y enfatiza las oportunidades de enseñar a través de la música. Hacer música parece ser el ejercicio mas extenso y completo para las neuronas y sus conexiones sinápticas. La educación tanto en escuchar música como en hacer música facilita el desarrollo intelectual de los estudiantes y les ayuda a aprender en otras áreas como la lectura.

Aunque el incremento en el uso de la música en el K-12 no se ha difundido aun, las reacciones de los padres, maestros y administradores a los que se les ha pedido participar en los estudios han sido interesantes. Los padres no quieren participar en grupos controles ya que sus hijos perderían los beneficios de la música en los salones de clase.

En ocasiones pienso que la música por ser divertida se encuentra en desventaja. Puede algo tan divertido ser tan importante en la educación? Absolutamente sí. La música ofrece grandes oportunidades para expresarse y comunicarse, para la creatividad y la cooperación, además de ser buena para el cerebro y poder mejorar el aprendizaje y el desarrollo intelectual.

En lugar de preguntarse Por que música? Deberíamos de preguntarnos, por que no música y cómo podríamos usar la música en beneficio de mis alumnos para ampliar mis metas como educador.

Todos parecemos estar de acuerdo en que nuestro recurso más importante, es el capacidad potencial de la mente de los niños. Debemos esforzarnos par desarrollar su intelecto a través de todos los medios. La investigación ha demostrado que la música puede jugar un papel importante para lograr esa meta.

www.musica.uci.edu

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