lunes, 30 de mayo de 2011

Incidencia de la música en el desarrollo del ser humano

Ponencia presentada por Gloria Patricia Zapata Tercer coloquio de Música y celebración cristiana.


1. Música y desarrollo infantil Las habilidades musicales se adquieren a través de la interacción con un ambiente musical. Esto consiste en la ejecución de algunas acciones culturales específicas con respecto a los sonidos musicales. Desde la perspectiva cognitiva, se trata de explicar el desarrollo cognitivo musical en términos de la adquisición de habilidades y estructuras cognitivas generales las cuales según Piaget, son dadas por ajustes y acomodaciones que ocurren cuando los niños aprenden habilidades particulares. El desarrollo musical depende de la cultura, la motivación, las oportunidades, los tipos de actividades musicales en edades particulares en relación con las capacidades cognitivas generales. El proceso de desarrollo de las habilidades musicales tiene que ver con dos procesos básicos. El primero se refiere al proceso de enculturación musical y el segundo es referido al proceso de entrenamiento musical. El proceso de enculturación está asociado con: Un cúmulo de capacidades primitivas que poseemos al nacer o incluso un poco antes. Un grupo de experiencias compartidas culturalmente que proveen a los niños de un crecimiento El impacto de un cambio cognitivo general que es apoyado por el aprendizaje cultural. El proceso de enculturación musical es dominante durante la primera infancia hasta los diez años. Estos aspectos nos llevan de manera general a plantear que existe una secuencia de logros realizados por la mayoría de los niños en una cultura. La enculturación está tipificada por una necesidad de esfuerzo autoconsciente y una necesidad de instrucción explicita. Independientemente del tipo de educación musical recibido, niños y adultos desarrollan habilidades musicales como por ejemplo cantar. En lo referente al entrenamiento musical, se evidencia un esfuerzo autoconsciente por finalizar una labor o llegar a una meta. Existen distintos métodos que permiten el logro de diversas metas musicales, el avance real depende de lo acertado que sea el método utilizado. Podemos plantear que los métodos utilizados para el desarrollo de entrenamientos musicales específicos como la ejecución de un instrumento, la composición, la dirección de orquesta, dependen de las habilidades personales, del tipo de maestro y del apoyo familiar, sin embargo no existen programas generales, por el contrario puede decirse que cada entrenamiento es personal. 2. Procesos de enculturación musical: Sabemos que la primera manifestación del aprendizaje musical es el llanto, puesto que tiene cualidades expresivas sonoras, hay llantos de sueño, de hambre, de cansancio, hasta podríamos afirmar que se trata de los inicios de la interpretación. Sin embargo existe otro aspecto innato en las madres o cuidadores que es conocido como el hablado maternal, motheresse o baby talk por el cual los adultos nos referimos a los niños utilizando secuencias melódicas agudas, estableciendo un vinculo afectivo que perdurará durante toda la vida.Durante el primer año de vida podemos afirmar que la conciencia musical comienza cuando el niño está listo para notar la relación secuencial entre diferentes sonidos. Se conoce que a los cinco meses los niños ya son sensibles a la estructura de la secuencia sonora y existe una habilidad para imitar sonidos. Sin embargo las primeras muestras de un aprendizaje musical consciente se refieren al balbuceo. Dichos sonidos están compuestos por glisandos micro tonales con suaves movimientos a través de un rango de tonos. Según Gardner, los niños no producen intervalos discretos o fijos hasta la edad de los 18 meses.


Durante este primer año los niños pueden reconocer algunos aspectos de la música que les es familiar. Parece que en el primer año de vida, los niños pueden distinguir sonidos musicales de sonidos no musicales, prestando gran atención principalmente al movimiento y contorno melódico y a la vocalización. De esta manera así como tenemos una predisposición para el reconocimiento de rostros humanos, también la tenemos para el reconocimiento de la voz humana.


Durante la etapa preescolar, comienza a ocurrir el canto espontáneo en el cual se usan tonos estables con intervalos discretos o precisos, en vez de los micro tonales del balbuceo. Las palabras no son usualmente usadas en el canto espontáneo, esto sugiere que el desarrollo musical a esta edad ya está separado del discurso. Según las investigaciones realizadas con niños de nuestra cultura occidental se sabe que los intervalos usados corresponden a los de la escala diatónica y aunque no hay un centro tonal estable, cada frase tiende a ser tonalmente coherente.


A la edad de los dos o dos años y medio, los niños comienzan a imitar sonidos que ellos oyen a su alrededor, lo primero que imitan son la palabras no completas sino aspectos salientes de ellas con por ejemplo ding, dong, que son repetidas una y otra vez. El próximo paso consiste en extraer características rítmicas y patrones tonales de las canciones de su entorno esto ocurre hacia la edad de tres años. En general se imita el contorno melódico de las canciones.

A los cuatro años los niños hacen pot-pourris de canciones ampliando la duración de las mismas, las palabras, las melodías y las rítmicas se mezclan creando nuevas canciones al poner juntas piezas de diferentes canciones conocidas. A los cinco años, las canciones espontáneas han declinado y el niño es mas autoconsciente del error y logra precisión en la imitación. Gardner y Wolf (1988) caracterizaron esto como una “onda de simbolización” que mueve al niño de un estado de mapeo topológico a un mapeo digital. En el primer tipo de mapeo, los niños operan aproximadamente con relaciones de tamaño y forma, en el segundo estadio los niños se obsesionan con cuantificaciones y clasificaciones exactas por lo tanto a la edad de cinco años los niños hacen repeticiones exactas y precisas de las canciones. Esto tiene diferentes consecuencias una de ellas es que los niños se focalizan en usar las características de las canciones determinadas por estructuras superordinadas de tonalidad y ritmo. Externamente parece como si estuvieran estáticos pero realmente están incrementando su conocimiento de la memoria por el tono exacto y las relaciones temporales para construir conocimiento sobre las estructuras de alto orden en música extrayendo un nuevo nivel de conociendo sobre las escalas, las claves el ritmo y la métrica.


A los cinco años los niños son capaces de mantener una tonalidad comenzando y retornando a la tónica aún si alguna de las notas individuales fuera recordada erróneamente. A esta edad también se organizan las reproducciones de las canciones en términos de un pulso constante que subyace a la canción. Como consecuencia de la búsqueda de exactitud cesa la experimentación espontánea musical ya que nuestra cultura musical no provee muchas oportunidades para la improvisación. Es importante anotar que en relación con el ritmo el proceso es diferente, a los 18 meses los niños tienen una respuesta motriz a la música. A los dos años la coordinación solo se logra por unos cuantos compases. En realidad solo hasta después de los cinco años se comienza a lograr una coordinación rítmica.


En conclusión podemos decir que el desarrollo de patrones musicales entre el primer y los cinco años se caracteriza: Inicialmente por la imitación de palabras, luego de fragmentos melódicos y posteriormente de canciones completas.


Segundo por una subordinación de la improvisación libre y un juego no estructurado con las notas de su cultura musical. Tercero el incremento de la habilidad para organizar las canciones de acuerdo con las reglas tonales y métricas.


Cuarto, hay una necesidad concurrente de extraer información métrica o armónica en una situación donde se requiere una respuesta evaluativa. En esta edad no están aptos para seguir el pulso de una canción o reconocer amplias disonancias. Entre los cinco y los diez años parece ser que se incrementa la conciencia reflexiva de los patrones y las estructuras musicales y las cuales están ya implícitas en el repertorio enactivo corporeizado de los niños. Por momentos los niños pueden cantar la misma canción a diferentes velocidades o tonalidades. En esta etapa comienzan a mostrar fuertes reacciones estéticas a ítems incorrectos. Hay una progresión desde los cinco años a la edad adulta en la cual el escucha llega a ser capaz de hacer un juicio reflexivo de la calidad musical junto con la capacidad de percibir las disonancias y detectar violaciones a la secuencia normal de la estructura, esto se debe al afinamiento de la capacidad de predicción del cerebro (madurez).También se presenta una habilidad para hacer clasificaciones refinadas cuando la música parece ser aceptable esta habilidad ha sido llamada “sensibilidad al estilo”. Esta demuestra una progresión de los juicios basada en simples características físicas.


Los cambios en la conciencia musical de entre los cinco y los diez años parecen reflejar un cambio intelectual de la competencia enactiva a la conciencia reflexiva de las estructuras y principios que subyacen a tales competencias este cambio es caracterizado por Piaget como el cambio de la etapa pre operacional a la operacional en música está determinada por la habilidad para clasificar la música conforme a las reglas o al estilo y por un incremento en avanzado en tareas para memorizar y percibir aquellas secuencias que conforman la regla.


3. Aspectos culturales: Desde la perspectiva sociocultural se plantea que el desarrollo musical se da de acuerdo con patrones aprendidos a través de la interacción con la cultura y ellos son específicos de la cultura particular. La música del mundo contiene una enorme variedad por lo cual una de las aproximaciones al estudio de la música del mundo ha sido esencialmente taxonómica o clasificatoria. En este enfoque los sonidos musicales de una cultura son clasificados en términos de instrumentos, las formas típicas, las escalas y sistemas tonales usados y los contextos sociales en los cuales la música ocurre. Con esta información ha sido posible construir un mapa de la música del mundo. Los contextos sociales en música incluyen ceremonias religiosas, festivales, actividades rituales y sociales entre otras. Sin embargo, la principal diferencia entre las culturas son los procesos orales y de escritura musical. Estos procesos demuestran diferentes concepciones de mundo que generalmente causan incomprensión mutua. En la mayoría de las sociedades la transmisión de la música en las etapas iniciales se da de forma oral de manera que el conocimiento musical es preservado por costumbres y rituales que cohesionan el grupo. El conocimiento transmitido tiende a ser dependiente y suficiente para la vida, en otras palabras cada individuo conoce lo que necesita, se transmite de sujeto a sujeto y en el transcurso del tiempo sufre cambios. El conocimiento de transmisión oral permite la improvisación y la apropiación de la música.


Dimensión social de la música: En relación a la dimensión social de la música abordamos un tema bastante amplio en el cual nos encontramos una gran diversidad de campos algunos por mencionar son: Psicología de la música Sociología de la música Estudios sobre musica ocupacional Estudios sobre educación musical Musicoterapia. Etnomusicología. Semiótica musical Desde todos estos campos de análisis se han planteado varios niveles de análisis: nivel intra individual, un nivel interindividual y situacional un nivel social y finalmente un nivel ideológico. Dichos campos abordan los diversos roles de la música en la sociedad como: Canciones de arrullo, juegos musicales, música para el trabajo, para el baile, para contar historias, para diversas ceremonias y festivales, para la guerra, la comunicación, como símbolo personal, como identidad grupal o étnica, para la salud, el trance, el disfrute personal, la religión. Entre los desarrollos de otras áreas relacionadas con la música en la segunda mitad del siglo XX encontramos la de psicología de la música y la de música y salud que dio como origen la musicoterapia o a la música utilizada en terapias. Esta última área se ha desarrollado a partir de la segunda guerra mundial cuando se comenzó a utilizar con soldados que habían desarrollado traumas a causa de los enfrentamientos. Desde ese momento la musicoterapia ha desarrollado diferentes modelos y herramientas terapéuticas utilizadas en el trabajo con niños con necesidades especiales o con pacientes terminales, entre otros. En la búsqueda de tratamientos alternativos como apoyo a las áreas de salud (medicina y psicología) en hospitales del mundo entero. Por otro lado la psicología de la música también se ha desarrollado rápidamente en los últimos veinte años dando origen a sub áreas como la psicología cognitiva, la psicología del desarrollo, la neuropsicología, la psicología social de la música las cuales han realizado grandes avances en la investigación de la música evidenciando los efectos y la importancia de la música en el ser humano. En Colombia estas áreas están en su inicio y se requerirá de un mayor esfuerzo y desarrollos en investigación, como también un mayor reconocimiento por parte de la sociedad y por parte de otras asociaciones de profesionales para su articulación y su utilización en diversos espacios que permitan trabajar interdisciplinariamente.

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